domingo, 16 de diciembre de 2012

Salomé


Estreno 2014 

 Teatro Espacio Urbano - 

(Acevedo 460 - CABA)





Tragedia escrita por Oscar Wilde.
Año 1891.
 Muestra, en un solo acto, una versión muy personal de la historia bíblica de Salomé. Hijastra del gobernante Herodes Antipas, pidió a su padrastro la cabeza de Iokanaán (Juan el Bautista) en una bandeja de plata, como recompensa por haber bailado ante él.
 Una inolvidable historia de amor, lujuria, traición y venganza.







Premisas y dirección de la obra:
En principio para encarar este proyecto decidí abrir el juego, convocando un profesional para cada área (Dirección de actores, música, coreografía y movimiento, más la escenografía y vestuario.) A cada uno de ellos se le pidió seguir un mismo camino. Para trazar este camino además de basarme en el análisis de la obra, tomé como punto inicial la impronta del grupo (El ser primario).  El grupo toma como sello, en su primera obra (Elixir), las técnicas de teatro imagen y la antropología teatral. Para Salomé utilizaremos estas técnica, más un marco de ritualidad que desde la música, la escenografía y el movimiento, se quiere, aporte un territorio de vínculo profundo entre formas y energía, entre diseño y contenido, y así transporten al público hacia una sensación de opresión, que acompañará a los personajes al fatídico desenlace. Desde lo visual seremos fieles al momento histórico de la obra. La simbología también acentuará cada momento, y para ello mi intención es utilizar una serie de materiales nobles (arena, metales, etc.) que se harán presentes sobre todo en la primer parte de la representación. Con todo esto deseo enmarcar esta historia llena de ambigüedades, obsesiones, decadencia y la dulce morbosidad de aquello que está prohibido. Esta historia de amor no correspondido donde: El paje de Herodías ama a Narrabot, que ama a Salomé. Herodías ama a Herodes, que ama a Salomé. Pero Salomé ama a Iokanaán, que solo ama a Jesús. Y, viceversa, Iokanaán no ama a Salomé, que no ama a Narrabot ni tampoco a Herodes, que no ama a Herodías, como tampoco Narrabot siente amor por el paje.
Julián Mardirosian